​El COPIB impulsa la Psicología Ambiental como herramienta clave para construir un futuro más sostenible y resiliente

Publicado el 30 de Octubre de 2025
​El COPIB impulsa la Psicología Ambiental como herramienta clave para construir un futuro más sostenible y resiliente

El Col·legi Oficial de Psicologia de les Illes Balears (COPIB) ha designado a Elena Gervilla García (B-01486) y a Guillem Navarra Ventura (B-03407), para representar al Colegio como titular y suplemente respectivamente, en las reuniones del Área de Psicología Ambiental creada recientemente en seno del Consejo General de la Psicología de España. El objetivo del COPIB a corto y medio plazo es crear un Grupo de Trabajo propio que favorezca la investigación y el desarrollo de esta disciplina y fomente la especialización de los psicólogos y las psicólogas de les Illes Balears, para responder a los desafíos sociales y medioambientales emergentes con herramientas científicas propias de la profesión.

La Psicología Ambiental es una disciplina científica que estudia la interacción entre las personas y los entornos que habitan, tanto naturales, como construidos o virtuales. Aunque es una especialidad relativamente joven, desde el COPIB subrayan que en los últimos tiempos se está revelando como una herramienta clave para favorecer el bienestar social y la sostenibilidad ambiental en nuestra sociedad, abordando los grandes retos que ya se están planteando, como son la crisis climática y la ansiedad ecológica. “El aumento de la preocupación por la emergencia climática está generando fenómenos como la eco-ansiedad y el duelo climático, que afectan significativamente al bienestar emocional de los más jóvenes”, señalan.

Además, en las Illes Balears, con un particular modelo turístico y de presión urbanística, se hace necesario evaluar y proponer mejoras desde una perspectiva psico-ambiental, para transitar hacia un modelo turístico más sostenible, responsable y conciliador. Esto requiere estudiar, comprender y proponer soluciones para gestionar la sobrecarga turística, sus efectos en la identidad local, la percepción de calidad de vida de los residentes y la promoción de un turismo más respetuoso y sostenible.

En la misma línea, la transición ecológica es, en gran medida, un reto conductual. La psicología ambiental posee las herramientas para diseñar intervenciones efectivas que motiven conductas proambientales (como el reciclaje o la movilidad sostenible), importantes en un territorio frágil y con recursos limitados como el nuestro. Asimismo, puede ser crucial para proteger nuestro entorno natural. La conexión emocional con el medio ambiente (lo que se denomina "identidad de lugar") es el predictor más fuerte de comportamientos de conservación. Fomentar este vínculo afectivo con nuestro patrimonio natural (playas, calas, montaña) es esencial para su preservación a largo plazo.

Lo cierto es que está demostrado que el entorno construido (ruido, densidad, diseño urbano) y el entorno natural (acceso a espacios verdes y azules) tienen un impacto directo en el estrés, la ansiedad, la recuperación hospitalaria, la cohesión social y la calidad de vida general. Esta especialidad examina cómo los espacios físicos (viviendas, ciudades, playas o parques) influyen en nuestro comportamiento, emociones, salud mental y relaciones sociales. Del mismo modo, estudia cómo nuestras actitudes, valores y acciones moldean y transforman el medio ambiente. No se trata solo de ecología, sino de comprender la profunda conexión entre el ecosistema humano y el entorno, natural o artificial.

Desde el diseño de hospitales y residencias que favorezcan la recuperación, hasta la planificación de barrios y plazas que fomenten las relaciones vecinales y la seguridad, esta disciplina también ofrece evidencia científica para crear entornos más humanos, inclusivos y saludables.